Radio y antena

En este post te enseño que un poco de ayuda nunca viene mal.

El otro día, con el apagón, fue un día distinto.

Al final, en la oficina nos dedicamos a la formación.

Cuando supimos que era un apagón más grave de lo esperado, nos centramos en la familia, por si necesitaban algo.

Y es que ayudar a los demás es señal de ser buena persona.

Pero lo más importante es que también te ayudas a ti mismo: te sientes mejor, colaboras con la comunidad, fortaleces relaciones… Nos interconectamos y mejoramos.

Porque si tienes buenas relaciones, la vida mejora.

Conocí el caso de Paloma Fernández, profesora de redes sociales de Tik & Reels, a la que sigo. Se quedó atrapada en un tren y siguió trabajando: dio entrevistas en la TV, ayudó a alumnos, y también fue ayudada, porque no tenía dónde quedarse, ni llevaba efectivo.

Una historia que aúna fuerza, constancia, trabajo y relaciones. Un ejemplo.

Y es que no hay que venirse abajo: hay que reaccionar bien.

Siempre me sorprende la bondad humana, los detalles.

Tuve la suerte de encontrar un aparato con radio —de esos antiguos que también sirven como USB, para guardar archivos, reproducir música o podcasts— que funcionaba con una sola pila.

Total, que sintonicé la radio.

La comunicación es clave para saber qué está pasando.

Ya pude informar a la familia y nos quedamos más tranquilos.

La comunicación es clave.

Lo curioso es que la radio no sintonizaba si no la tenías cogida. Perdía la señal y no se escuchaba. Total, que tenía que sostenerla con la mano.

Y es que una mano… nunca viene mal.

Deja que te ayude con tus seguros, porque un poco de ayuda… nunca viene mal.