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Hacer lo difícil es siempre difícil.

Pero es menos difícil… cuando todavía es fácil hacerlo.


Sucede lo mismo con la salud, con la seguridad financiera y con la tranquilidad familiar.


Contratar un seguro puede parecer un rollo.


No apetece pensar en enfermedades, accidentes o lo que podría pasar “si algún día…”.


Pero enfrentarse a un problema sin seguro es todavía peor.


A veces no es fácil decidirte a contratar un seguro de salud cuando estás sano.


O un seguro de vida cuando todo va bien.


O uno de accidentes que te cubra la baja… cuando ni te has resfriado en meses.


Pero cuando llegan los sustos, ya es tarde.


Y ahí, lo difícil se convierte en un drama.


Porque ningún seguro te cubre una enfermedad o un accidente que ya ha pasado.


Hacer lo difícil es difícil, pero es menos difícil cuando todavía se puede.


Lo difícil es protegerte antes de necesitarlo.


Lo fácil es mirar a otro lado.


Hasta que deja de ser fácil.


Aquí, en Rincón de la Victoria, lo veo todos los días: Familias que hubieran querido decidir antes.


Autónomos que ahora no pueden trabajar y se arrepienten de no haber previsto nada.


Así que si llevas tiempo pensándolo…Si alguna vez te ha rondado la idea…


Hazlo ahora.Porque hoy todavía es fácil.


Y mañana… puede que no.

 

“Es mejor hacer lo difícil mientras todavía es fácil.”

Sergio Fernández IPP





 
 
 

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